Judiciales y Policiales
Dos jovencitas contaron el horror

Denuncian casos de acoso sexual a estudiantes en la mina Farallón Negro

Dos jóvenes que acudieron a la mina Farallón Negro para hacer sus prácticas denunciaron a un supervisor por acoso sexual.

Al menos dos jovencitas habrían sido víctima de un aberrante trato por parte de un supervisor. También criticaron el accionar del personal de la mina al tomar conocimiento del hecho.

Una fuerte acusación recae sobre un supervisor de la mina Farallón Negro regentada por YMAD: dos estudiantes, de 20 y 22 años, denunciaron que fueron víctimas de graves hechos de acoso sexual mientras realizaban la práctica profesional como alumnas del tercer año de la Tecnicatura en Higiene y Seguridad que se dicta en el FASTA, indicó el diario El Ancasti. Pidieron que la justicia actúe con celeridad ya que el denunciado continúa prestando servicios en el lugar y las prácticas se reanudaron en las últimas semanas.

Los hechos tuvieron lugar en setiembre del año pasado, pero se conocieron recién hoy. Las jóvenes subieron a la mina a realizar la práctica profesional, materia que se dicta en el tercer año de la carrera y que apunta a que los estudiantes adquieran experiencia en el campo laboral. En ese contexto, las víctimas debían pasar dos semanas en Farallón Negro debido a un convenio que la UNCA firmó con la empresa YMAD.

Según consta en la denuncia a la que accedió El Ancasti, ni bien llegaron a la mina, ambas jóvenes comenzaron a ser víctimas de acoso por parte de un supervisor que, entre otras prácticas, les propinaba expresiones aberrantes en doble sentido, las tocaba en distintas partes del cuerpo y hasta les levantaba la remera. También las amenazaba con ingresar por la noche a la casilla donde ellas descansaban.

"Un día me encontró desprevenida en una oficina y me tocó una nalga", describió una de las víctimas al relatar los hechos en la denuncia, donde agregó que "siempre decía que tenía las manos frías y metía sus manos por debajo de mi remera y tocaba la espalda". "También me tocó el muslo y cuándo le expresaba mi malestar se reía".

Según contaron las jóvenes, además de los tocamientos, el sujeto también les propinaba expresiones aberrantes como "mirá como abrís la boca para comer, qué más haces con esa boquita" o las trataba de "chanchitas".

El acoso duró una semana hasta el supervisor salió de la mina por ingresar en su régimen de franco y en ese momento las jóvenes aprovecharon para presentar una queja ante recursos humanos, pero la pesadilla no terminó ahí.

El mal accionar de la empresa

Según consta en la denuncia, al tomar conocimiento de lo ocurrido, autoridades de la empresa decidieron realizar un careo interno enfrentando a las jóvenes con su acosador y exponiéndolas ante los demás trabajadores. Medida que las revictimizó y les generó una crisis psicológica que acrecentó su malestar.

Las víctimas indicaron que en ese momento el sujeto se puso muy violento y las acusaba de mentirosas, señalando que "tenía muchos años trabajando en la empresa y que lo iban a perjudicar".

Tras el careo, y siempre según el relato de las jóvenes, el supervisor se retiró "riéndose y nos dijo que el martes volvía de franco y nos veíamos de nuevo".

Finalmente una camioneta de la empresa trasladó ese mismo día a las jóvenes de vuelta a la Capital, donde radicaron la denuncia.

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