La provincia desbordada por enfermedades respiratorias: advierten falta de prevención

Mientras los casos de enfermedades respiratorias se multiplican en toda la provincia, médicos advierten que la situación sanitaria en Catamarca está desbordada. El doctor Carlos Tobares, médico de familia, alertó en una entrevista que el 90 por ciento de las consultas médicas actuales están vinculadas a cuadros respiratorios como influenza, Covid-19 y otras virosis, y cuestionó duramente la falta de conciencia social y la escasa efectividad de las campañas de vacunación.
El profesional señaló que, pese a que el Plan Nacional de Vacunación comenzó en marzo, “la población no acudió a vacunarse o lo hizo en muy baja proporción”. La advertencia pone en evidencia una preocupante falla en la estrategia sanitaria provincial: no alcanzó con distribuir vacunas, sino que faltó una campaña activa, sostenida y eficaz de concientización, acompañada por políticas públicas que estimulen la prevención y el acceso equitativo.
“La gente no se vacunó. Tenemos mucho Covid, los hisopados están dando todos positivos y el virus está más resistente, con síntomas diferentes”, afirmó Tobares. Además, advirtió que incluso las personas vacunadas pueden ser portadoras asintomáticas y continuar propagando el virus, lo que hace aún más grave la falta de acción colectiva para cortar los contagios.
El médico también se refirió a una problemática estructural que el Estado provincial sigue sin abordar: la automedicación. “El 99 por ciento de los argentinos se automedican. Primero prueban con algo en casa y cuando ya no dan más, recién acuden al sistema de salud. Es un doble gasto”, dijo, señalando cómo la precariedad en la atención primaria y el escaso acceso a controles preventivos genera mayores costos y peores resultados.
Tobares fue claro: Catamarca reúne condiciones demográficas y climáticas que facilitan la propagación de enfermedades respiratorias -vientos intensos, cambios bruscos de temperatura y una alta circulación viral-.
Sin embargo, la respuesta estatal no está a la altura del desafío. En lugar de reforzar campañas de concientización, ampliar los centros de atención respiratoria y garantizar el acceso efectivo a la vacunación, el Gobierno se ha limitado a sostener un discurso de cumplimiento formal que, en la práctica, no logra frenar el avance de los contagios.