Grave crisis en comedores y merenderos: el abandono del Gobierno de Jalil golpea a los más vulnerables

Catamarca atraviesa una profunda emergencia social. La reducción drástica de las partidas alimentarias, incluidas aquellas destinadas a los establecimientos escolares, ha agravado una situación que ya era crítica en comedores y merenderos comunitarios.
El impacto de las bajas temperaturas y la inacción de los organismos provinciales y nacionales ha puesto en riesgo la alimentación y el bienestar de niños, niñas, adolescentes y adultos mayores en toda la provincia.
Alejandra Figueroa, referente de comedores y merenderos emergentes, manifestó su preocupación. “Los niños van descalzos y desabrigados a buscar una taza de mate cocido o un plato de comida. La falta de asistencia por parte del Estado está siendo muy importante, y es algo que viene caracterizando la problemática a nivel nacional”, expresó.
La situación se agrava por el aumento del desempleo en la provincia. "Muchos chicos vienen al comedor porque sus padres no tienen cómo garantizar una comida diaria. Eso empeora cada día", señaló Figueroa.
Además del drama alimentario, quienes sostienen estos espacios lo hacen a pulmón, enfrentando también sus propias dificultades económicas. “Hay días en los que no podemos abrir el comedor porque tenemos que trabajar para poder sobrevivir”, lamentó.
La situación se vuelve aún más precaria durante el invierno, cuando cocinar a leña se vuelve casi imposible por la falta de recursos. “Pedimos al Ministerio de Desarrollo Social y nos dicen que no les corresponde. Si conseguimos leña, tenemos que pagar un flete que no podemos costear”, explicó.
La calidad nutricional de las comidas que se brindan es alarmantemente baja. “Lo único que podemos dar es mate cocido con pan, todo con harinas. No se nos asiste con alimentos variados. A veces podemos sumar arroz con leche o alguna fruta, pero no es suficiente para el desarrollo de los chicos”, detalló.
En los comedores escolares la realidad no es distinta. Las fuentes consultadas indican que no se actualizaron los fondos desde el año pasado y en lo que va de 2025 solo se giraron partidas correspondientes a dos meses. Esto ha obligado a docentes a poner dinero de sus propios bolsillos y a los padres a organizar rifas para sostener la asistencia.
Algunos establecimientos optaron por concentrar las comidas más contundentes los viernes y lunes, ante la certeza de que muchos alumnos pasarán el fin de semana sin un plato de comida digno.
Mientras tanto, el Gobierno de Catamarca no da respuestas. En medio de un contexto socioeconómico crítico, su desentendimiento de la problemática alimentaria refleja una alarmante falta de compromiso con los sectores más vulnerables de la población.