La medida fue confirmada por la Intergremial Docente, integrada por ATECa, SIDCA, UDA, SADOP, SUTECA y ADUCA. Exigen una mejora real en los haberes, que ya no alcanzan para cubrir ni la mitad de la canasta básica. También denunciaron que el gobierno provincial “dilata las negociaciones” y busca “desgastar” la lucha de los trabajadores de la educación.

“Los docentes estamos en la línea de pobreza y el gobierno sólo ofrece migajas”, apuntaron desde los gremios, que además recordaron que la inflación acumulada devoró todos los aumentos acordados en paritarias anteriores. En la última reunión con autoridades del Ministerio de Educación, no hubo ninguna propuesta concreta que alivie la situación.

El malestar crece también en las bases, donde los educadores coinciden en que “la única forma de que escuchen es con la calle”. Por eso, además del paro, se prevén movilizaciones y asambleas en toda la provincia. En muchas escuelas, las clases se ven paralizadas por completo.

El gobierno de Jalil, cada vez más alejado de las necesidades reales de los catamarqueños, no logra contener una crisis que golpea al corazón del sistema educativo. Mientras tanto, los docentes siguen haciendo malabares para sobrevivir con salarios que rozan lo indigno. Y la paciencia, como los sueldos, se agota.